viernes, 24 de noviembre de 2023

MILEI SÍ MINTIÓ

 

 

Algo que se escucha mucho incluso de periodistas y analistas que no tienen ninguna simpatía por Milei es que al menos decía en la campaña lo que quiere hacer como presidente.

Sí, es verdad que siempre dijo que iría a hacer un gran corte de gasto público, que fue metaforizado en la figura de la motosierra, uno de sus principales símbolos proselitistas.

Pero el gran problema de esa promesa fue que Milei simplemente para no asustar a sus potenciales electores decía que el ciudadano común y corriente no debería preocuparse, pues el ajuste sería solamente en la clase política. 

Obviamente que cualquiera con un mínimo conocimiento de la distribución de los gastos del erario argentino sabe que sería sumamente imposible cortar mucho solamente cortando en este tipo de gastos, pues representan muy poco y que el grueso de ellos está en salud, educación y, principalmente, jubilaciones y asistencia social, que son cerca de 90% de su totalidad.

Pero si sería fácil para unos tener ciencia de que era una promesa imposible, no era para la mayor parte de la población argentina, que poco caso hace o poco entiende de temas relacionados al presupuesto gubernamental. Una gran parte de las personas ni siquiera maneja bien el concepto de proporcionalidad para que se hubiesen dado cuenta de cuán mendaz estaba siendo Milei.

En realidad, Milei desde que empezó su carrera hacia la Casa Rosada, ha calibrado su discurso de acuerdo con lo sería más conveniente en términos electores. Podría mantener la parte superficial de ese (justo la que más atraía a gente con poca cultura política) pero soslayando lo más importante, de qué modo llevaría a cabo sus propuestas. El tema de la dolarización es otro gran ejemplo de ello. Si antes de la campaña Milei decía ya tener los dólares necesarios para aquella, cuando esa se inició y cuán más cerca estaba de ganar las elecciones, menos concreción daba sobre cómo dolarizaría la economía, justificándose que había varios tipos de dolarización que estaban siendo barajados en el seno de su equipo. Siendo que ahora, con la baja de Emilio Ocampo, el principal ideólogo de la dolarización, de la futura presidencia del Banco Central, aquella irá a la basura. Así como el cierre de ese, que Milei hacía tanto hincapié.

Otra significativa mentira de Milei fueron los vouchers en la educación. Aun sabiendo que sería algo inviable porque la educación primaria y secundaria dependen de las provincias, Milei durante mucho tiempo enarboló esta bandera para terminar diciendo que, en realidad, era una falacia quienes decían que los iría a implementar. Un manifiesto descaro.

Haberse aliado al macrismo también es una muestra de cómo Milei no tuvo dudas en tirar a la basura lo que decía en pro de que el camino para ganar las elecciones y ahora para gobernar fuese allanado. Eso después de años incluyendo a Macri y a quienes gobernaron con él, como el recién anunciado ministro de economía, Luis Caputo, y su adversaria en las elecciones Patricia Bullrich, que será ministra de seguridad, como parte de la tan denostada casta.

Aún es una gran incógnita cómo será el gobierno de Milei. Pero lo que es cierto es que ni siquiera la calidad de no recorrer a embustes se le puede atribuir y que en eso no es tan diferente de otros políticos.

  

 


domingo, 19 de noviembre de 2023

¿CUÁN DE "MIERDA" ES ARGENTINA?

 

 Décadas de mucha inflación, poco crecimiento, del aumento de la desigualdad social, de la pobreza, de la criminalidad y, por supuesto, la corrupción de la clase política han hecho con que una significativa parte de los argentinos tengan una mala imagen de su país.

Como colofón de ello, decir que Argentina es “un país de mierda” está de moda.

El gran problema de este pensamiento es de relatividad. ¿“De mierda” a respecto de qué? ¿En comparación a quiénes?

Si comparamos Argentina con la propia Argentina, incluso la respuesta podrá no ser solo una. Si es verdad que en el ranking de las naciones, Argentina estuvo mucho mejor ubicada en el antaño, siendo de los países de mejor PBI per cápita del mundo entre el final del siglo XIX y comienzo del XX (habiendo quien garantice que fue el de mayor en 1895), también es verdad que las condiciones de vida en aquel entonces no eran de generar envidia a quienes habitan hoy el territorio argentino. El país era de los mejores del mundo, pero el mundo era mucho peor que el de hoy. Menos gente en las escuelas, en las universidades, mucho más mortandad infantil, mucho menor expectativa de vida, menor riqueza per cápita, etc.

El PBI per cápita de Argentina en 1913, por ejemplo, era de US$ 6.052 y terminado 2022 era oficialmente de U$ 26 074 en paridad de poder adquisitivo. Mientras el de Alemania, España y Francia en 1913 era, respectivamente, de US$ 5.815, de US$3.067 y de US$5.555 y en 2022 era de U$ 64.086, de U$ 46.413 y  U$ 56.036, respectivamente, en paridad de poder adquisitivo.

Es decir, el problema de Argentina fue haber crecido mucho menos que otros países. Pero eso no significa que vivir en Argentina en su supuesta época dorada fuese mejor que hoy.

Otro factor muy importante es la comparación regional. Argentina aún es de los mejores países de Latinoamérica. En el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que mide expectativa de vida, PBI per cápita y tiempo de escolaridad, es el 45º. Entre las naciones latinoamericanas, solo es superada por Chile, que es el 42º.

Incluso en lo que tanto se habla como símbolo de la tragedia argentina, la pobreza, Argentina tiene guarismos mejores que el resto de la región. El problema es que poca gente, incluyendo los periodistas, saben que el método argentino es mucho más exigente para medir pobreza. Por eso, Argentina presenta en su indicador de pobreza un porcentaje mayor (40%) que el de otros países de Latinoamérica. Pero, una vez usada la misma vara del Indec, de acuerdo con un estudio del economista Daniel Schteingart, hay varios países de la región que salen peor o mucho peor parados que Argentina. Ejemplos: Costa Rica tendría 44% de pobres, Paraguay 57%, Brasil tendría 59%, Colombia 70%, México 69% y Perú 73%. Y países que se supone que estarían mucho mejor que Argentina, Chile y Uruguay, tendrían 31% y 38%, respectivamente, de pobres.

Sobre inseguridad, aunque la realidad de algunos lugares de Argentina sea mala, como en algunos barrios del conurbano bonaerense y como en Rosario, azotada por el narcotráfico, el hecho es que es el país con menos homicidios por 100 mil habitantes de la región, 4,2.

En términos de desigualdad social, según el índice GINI, solo Uruguay tiene una menor que Argentina entre las naciones de la región (posiblemente Cuba, que no consta en el ranking del GINI, también tendría una menor).

Donde sí Argentina es muy "mierdosa" es en el tema de la inflación. Con 120% de inflación acumulada hasta octubre, solo Venezuela, con 176%, la supera en este flagelo. Y es justamente la inflación y cómo resolverla lo dramático, al menos a corto plazo, para el país. Para ello, todos los demás indicadores socio-económico tendrán que deteriorarse, pues solo se podrá combatirla con un abordaje muy fiscalista, en que haya cortes de gastos públicos de una magnitud que precipite un aumento de la pobreza y que haga con que los servicios públicos sean peores.

Entretanto, si el próximo gobierno consigue domar la inflación, a medio y largo plazo las perspectivas de Argentina serían buenas. La puesta en marcha de Vaca Muerta, haciendo con que no solo el país no tenga que deshacerse de dólares, importando gas, sino que también entren muchos dólares por su exportación, y la creciente demanda de litio, commodity de la cual Argentina es el segundo mayor productor del mundo, podrán significar una vuelta de tuerca para el país.  

 

 

 

    

 


jueves, 26 de octubre de 2023

EL CARADURISMO DE MILEI

Javier Milei definitivamente se puso el traje de político tradicional, en el peor sentido del término. El que usa el cinismo como modus operandi.

Al decir que él y Patricia Bullrich se perdonaron todo lo que dijeron uno del otro el Peluca simplemente miente. Al fin y al cabo, el único que fue muy ofensivo fue él para con ella.

Haberla tácitamente llamado de asesina de niños al decir que ponía bombas en jardines de infantes fue de los peores exabruptos en una campaña política en Argentina.

De parte de Patricia Bullrich al menos antes de iniciada la campaña, fue justamente lo contrario. En el día de las PASO, por ejemplo, al ser preguntada sobre el sorprendente resultado de Milei, Bullrich dijo que Milei tenía buenas ideas.

Simplemente nunca Bullrich destrató en lo personal a Milei.

Así las cosas, llama la atención el grado de abnegación de la presidente del PRO, en el sentido de colocar los intereses de su partido y/o sus convicciones políticas, es decir, derrotar al kirchnerismo (aunque Sergio Massa no sea exactamente un kirchnerista) por arriba de lo personal. Siendo capaz de obviar lo cuán estúpido Milei fue con ella en pro de su causa.

Ahora Milei y Bullrich están unidos para derrotar a Massa. Pero en términos de carácter, parece haber una clara separación entre los dos.


miércoles, 25 de octubre de 2023

Teorema de Baglini en marcha

Una de las mayores contribuciones argentinas para la teoría política es el concepto desarrollado por el exdiputado de la UCR y abogado Raúl Baglini, que sostenía que el grado de responsabilidad y de moderación de un político sería proporcional a cuan cerca estaría del poder.

Eso supone, de modo inverso, que candidatos que saben que tienen pocas posibilidades de gobernar pueden darse al lujo de prometer lo que no pueden cumplir y de ser tremendistas. Al fin y al cabo, no tendrían que lidiar con las dificultades impuestas por la realidad (obviamente que eso no es una regla y que ni todos los candidatos poco competitivos actuarían de esa manera).

En la trepidante carrera a la Casa Rosada, el Teorema de Baglini parece ser aplicable cada vez más a Javier Milei. En realidad, antes incluso de la campaña Milei ya había demostrado comedimiento en comparación a un pasado muy reciente.

El Milei del 2021, acabado de ser electo diputado, era todavía un Milei que se decía filosóficamente anarcocapitalista (el anarcocapitalismo sería una sociedad sin estado y en que el capitalismo sería totalmente soberano) y minarquista en la práctica (el minarquismo sería estado solamente en la justicia y en la seguridad). Es decir, Milei hace solo dos años estaba en el extremo del liberalismo económico, el libertarianismo. Pero un extremo de verdad, que no era una exageración típica de los periodistas cuando tildan a un político de estar en uno.

Ya en 2022, cuando anuncia su candidatura a las presidenciales y sus propuestas para las reformas generacionales en caso de que sea electo, Milei se aleja considerablemente del minarquismo.

Aunque esas, si puestas en práctica, serían algo nunca visto en términos de corte de gasto público, como acabar con la obra pública, plantean estado mucho más allá de justicia y seguridad. Incluso educación y salud, dos de los mayores gastos públicos, seguirían teniendo financiación estatal. Los deseados vouchers para la utilización de esos servicios por parte de los ciudadanos, en definitiva, vendrían del erario. Otro tema es que los privados los ejecutasen.

Y, claro, para que el estado funcione, sea realizando directamente las prestaciones, sea financiando a los privados para que las desempeñen, es imprescindible que sean recaudados muchos impuestos. Siendo que Milei ya dijo el latiguillo libertario: “impuesto es robo”.

Además, aunque su promesa sea un ajuste fiscal de 15 puntos del PBI y que eso sea mucho para la realidad política y social de Argentina, es poco para la ideología del Milei de hace poco tiempo.

El Peluca también casi que dio un giro de 180 grados en su discurso del pasado domingo a respecto del domingo de las PASO. Mientras en ese día Milei dijo que la justicia social era una aberración, en aquel el líder de La Libertad Avanza dijo que no acabaría con los derechos sociales (solo con los privilegios). Para colmo, Milei esta semana incluso ha declarado que a él le gustaría que una persona de izquierda se hiciese cargo del Ministerio de Capital Humano (la carpeta que reuniría Salud, Educación, Trabajo y Desarrollo Social).

En este viaje hacia la mesura, obviamente no podría faltar un guiño a Juntos por el Cambio, afirmando que todas las acusaciones hechas entre ellos (en realidad, casi solo de Milei hacia miembros de Juntos por el Cambio) se tendría que hacer tabla rasa, casi declarándose fan de Patricia Bullrich, diciendo que fue una excelente ministra de seguridad y que le encantaría que fuese miembro de un eventual gobierno suyo. Siendo que hace pocas semanas dijo que esa había puesto bomba en jardines de infantes cuando era integrante de Montoneros. Y sobre el expresidente Mauricio Macri, Milei ya ha transitado de considerarlo un fascista y que hizo un pésimo gobierno a tratarlo casi como un amigo y que lo quería como super embajador. 

Incluso a respecto de sus proposiciones más disruptivas, las referentes a la política monetaria, Milei ha reculado al menos en parte. Si aún defiende la dolarización, ya dijo que solo podría ser llevada a cabo entre 9 y 24 meses. Mientras que antes sugería que esa podría realizarse antes en bastante menos tiempo. Y algo muy significativo es el tema de la Banca Simons, en la cual los bancos serían separados en dos, para ahorros y para inversión. En los primeros no podrían hacer préstamos por sobre su base de depósitos. Lo que supondría que dejar dinero en un banco costaría mucho para sus clientes y que por esa razón y para que su plata no perdiese valor a lo largo del tiempo, tendrían que invertirlo en el mercado de capitales. Hasta al menos el comienzo de este año Milei la defendía. Pero al elegir a Emilio Ocampo como presidente del Banco Central si resulta electo, tácitamente Milei estaría tirando la Banca Simons a la basura, puesto que Ocampo la rechaza. 

Ahora la pregunta es si Milei va a imprimir más moderación y templanza hasta el 19 de noviembre o si no habrá más dosis del Teorema de Baglini en su campaña.

miércoles, 13 de septiembre de 2023

NO SON LO MISMO

 

Comparar Milei a líderes como Trump, Bolsonaro, Len Pen u Orbán es de lo más trillado que hay desde que El Peluca irrumpió como el favorito para ser electo presidente de Argentina tras su sorprendente resultado en las PASO de agosto.

Pero, la verdad, aunque haya determinados rasgos que los vinculen, principalmente en lo referente a un rechazo a lo políticamente correcto, en la retórica muy antiizquierdista y de mano dura en lo securitario, Milei tiene significativas diferencias a respecto de otros políticos de la mal llamada extrema derecha.

Mientras ellos no defenestran al estado, Milei tiene una gran alergia a él. Incluso ya habiéndose declarado filosóficamente anarcocapitalista y pragmáticamente defensor del minarquismo. Aunque en su programa el líder de La Libertad Avanza contemple mucho más estado que solamente en la justicia y seguridad, que es lo que determina esa ideología, nunca un candidato con grandes posibilidades de sentarse en el sillón de Rivadavia prometió cortar tanto en el aparato estatal. Quedará para la historia su entrevista a La Nación + en que dice los varios ministerios que va a extinguir, entre los cuales el de educación y salud, para que se llegue solo a ocho. Además, los dos buques insignias de Milei son de lo más liberal que se puede imaginar en lo monetario. Abdicar de la soberanía en esa materia, sustituyendo el peso por el dólar y acabar con el Banco Central – una verdadera obnubilación de Milei desde que da entrevistas en la tele.

Otro aspecto de Milei que no presentan los que son comparados con él es en lo intelectual. Milei, independientemente de que uno esté de acuerdo o no con sus ideas, es, al menos en lo técnico, manifiestamente un brillante economista, teniendo una cultura erudita que no se nota en aquellos.

Además, Milei está muy distante de ser un líder nacionalista, que es otra característica común en aquellos - al menos en lo simbólico. Incluso en un tema tan sensible para la sociedad argentina, las Malvinas, tiene una posición que, en la práctica, admite que sus habitantes tienen el derecho de permanecer bajo la bandera de Reino Unido (por más que diga que las Malvinas sean argentinas).

En resumen, el fenómeno Milei puede ser considerado de lo más disruptivo que ha aparecido en la política (no solo argentina) en los últimos tiempos. Lo que propone es un salto al desconocido sin paragón, con consecuencias que podrán alterar la dinámica social y económica de su país verdaderamente inusuales.


lunes, 12 de junio de 2023

30 anos da quebra do tabu palmeirense

 

Lia Cid Moreira no teleprompter durante o Jornal Nacional de 12 de junho de 1993 antes da matéria sobre a final do Campeonato Paulista daquele ano, que aquele fora o melhor Campeonato Paulista dos últimos tempos. Não sei se o foi, mas ao menos dois grandes esquadrões havia: o campeão Palmeiras e o então bicampeão da Libertadores e que viria a ser bicampeão da Taça Intercontinental no fim daquele ano São Paulo.

Embora já em 1992, no primeiro ano da parceria com o Palmeiras, a Parmalat já tivesse feito contratações de impacto, como a de Zinho e Mazinho, só em 1993 que começou a investir de fato pesado, trazendo ainda mais jogadores extraclasse, como Antônio Carlos, Roberto Carlos, Edilson e Edmundo. Para quebrar o tabu de 15 temporadas sem título do Palmeiras, a Parmalat colocava “toda carne no assador”.

Discutia-se à época quem tinha ao menos no papel o melhor time, o Palmeiras ou o então supercampeão São Paulo, de Zetti, Cafu, Palhinha, Raí e Müller. Mas poucos divergiam de que a final seria entre os dois.

Durante a fase de classificação, em que os 14 clubes do Módulo Verde jogaram todos contra todos em turno e returno, apesar dalguns tropeços e, principalmente, crises, o Palmeiras garantiu o primeiro lugar. Uma dessas crises gerou a demissão do técnico Otacílio Gonçalves, após a derrota de 2 a 1 para o Mogi-Mirim, no Palestra Itália. Curiosamente o protagonista dessa partida foi Rivaldo, que iria brilhar no Palmeiras entre 1994 e 1996.

Poucas derrotas acabaram sendo tão positivas para o Palmeiras. Pois para o lugar de Otacílio veio Vanderlei Luxemburgo graças ao que foi uma enorme sorte que teve a diretoria do Palmeiras e a Parmalat. O técnico que queriam contratar era o recentemente falecido Nelsinho Rosa. Porém, esse só teria disponibilidade de começar a trabalhar no clube após o prazo que o Palmeiras lhe tinha dado. Embora até 1993 Nelsinho tivesse tido bons trabalhos, como ter sido campeão estadual do Rio de Janeiro com o Fluminense duas vezes (1980 e 1985) e campeão brasileiro com o Vasco em 1989, a diferença para o técnico que sobrou como plano B, que seria um dos maiores (para muitos o melhor) da história do futebol brasileiro, era grande. Nelsinho inclusive nunca mais realizaria um grande trabalho como treinador.

Com Luxemburgo, o Palmeiras cavalgou sem problemas para a final do campeonato. O regulamento dera uma grande vantagem para o primeiro da fase de classificação. Além de ter um ponto extra (numa época que a vitória era de dois pontos) no quadrangular semifinal, estaria no grupo do quinto e sexto colocados do Módulo Verde e segundo do Amarelo. Isso significou não ter de duelar com nenhum grande. Enquanto isso, São Paulo, Corinthians e Santos, segundo, terceiro e quarto colocados na fase de classificação, respectivamente, ficaram num só grupo.

O favoritismo do São Paulo neste grupo primeiramente foi ameaçado pelo excesso de jogos (tendo de jogar as finais da Libertadores também, o São Paulo teve de jogar algumas partidas com reservas ou com o time cansado), indo para o espaço na penúltima rodada do grupo na partida contra o Corinthians. Liderando-o e com um ponto de vantagem sobre o Corinthians, um empate já seria suficiente para que o São Paulo dependesse dele na última rodada para ser finalista e protagonizar a tão especulada final contra o Palmeiras. Entretanto, apesar da superioridade em campo, dois grandes erros capitais da arbitragem, um gol mal anulado por impedimento de Palhinha e um que deveria ter sido anulado de Neto, esse sim impedido, deram a vitória para o Corinthians por um a zero e uma mão na vaga na final, que viria a ser confirmada três dias depois após a vitória contra o Novorizontino, em Novo Horizonte, por 3 a 0, tornando inútil a goleada que o São Paulo impôs ao Santos por 6 a 1 na última partida de Raí pelo São Paulo até a sua volta em 1998.

Acredito que a classificação do Corinthians foi fundamental e, talvez, imprescindível para a quebra do tabu palmeirense. Se o seu adversário na final fosse o São Paulo, a dificuldade do Palmeiras seria muito maior. O São Paulo jogava o fino, vinha embalado com o bicampeonato da Libertadores e com algo essencial no futebol: tinha muita confiança. Já os jogadores do Palmeiras, ao menos pelo que mostraram no primeiro jogo da final contra o Corinthians, em que perdeu por 1 a 0, sentiam um peso grande pela tácita obrigação de dar um título ao clube depois de tantos anos. Os próprios antecedentes entre São Paulo e Palmeiras nesse mesmo campeonato, um empate de zero a zero em que o São Paulo foi superior e uma vitória de 2 a 0, pressuporiam um favoritismo são-paulino numa eventual decisão entre os dois.

Tendo pela frente o Corinthians, a diferença técnica era grande, e o Palmeiras no segundo jogo pôde reverter a derrota, sendo campeão após uma goleada por 4 a 0, num jogo que só teve uma verdadeira disputa até a expulsão do zagueiro corintiano Henrique (o mesmo envolvido com Cuca no suposto sexo com uma menor de idade na Suiça quando defendiam o Grêmio em 1987) quando o jogo já estava 1 a 0 para o Palmeiras. Após ela, o Palmeiras dominou amplamente a partida fazendo mais dois gois no segundo tempo do tempo normal e um no primeiro da prorrogação. A história só poderia ter sido diferente se o árbitro José Aparecido de Oliveira tivesse expulso Edmundo numa violenta entrada no corintiano Paulo Sérgio um pouco depois da expulsão de Henrique.

O título palmeirense, ademais de acabar com o jejum de conquistas, foi o primeiro de vários durante a parceria com a Parmalat e também o que lançou Luxemburgo como treinador prestigiado, capaz de aliar refinada qualidade de jogo e resultado. A minha dúvida é o que teria ocorrido se o título não viesse e se o Palmeiras teria conquistado esses títulos com uma possível crise que se instalaria no clube. Mas história contrafactual e o “se” é apenas uma “masturbação” mental...


domingo, 12 de marzo de 2023

MILEI, ¿LA VERDADERA EXTREMA DERECHA?

 

El término extrema derecha es usado a diestra y a siniestra en gran parte del mundo.

Cualquier político o partido con un discurso que rompe con determinados consensos de los que yo tildaría como “ilustrados” – es decir, un largo y transversal abanico de intelectuales, políticos y periodistas que defienden a capa y espada lo políticamente correcto (en lo bueno y lo malo que ese representa) en ámbitos variopintos de la sociedad.

Más concretamente, se denomina como de extrema derecha quien propone una política de seguridad pública más autoritaria y/o quien quiere una política inmigratoria más rigorosa, tanto para la entrada como para los derechos de los inmigrantes y/o quien plantea una política más proteccionista en lo comercial y/o quien tiene una retórica que es considerada homofóbica, machista y racista.

La lógica que marca lo qué es extrema izquierda, izquierda, centro izquierda, centro derecha y derecha no es la misma para marcar lo qué es extrema derecha. La referencia para todas aquellas categorizaciones es la economía. Nivel de estatismo, de distribución de renta y de progresividad tributaria es lo que define, por ejemplo, a grandes rasgos, quien es más o menos de izquierda. No hay gran discusión que lo que está en el extremo de la izquierda son los defensores del socialismo real, quienes quieren una sociedad casi toda regida por el estado. Por lo tanto, es un gran error no usar la misma vara para definir lo qué es extrema derecha, es decir, quien quiere una sociedad sin la presencia del estado o con una mínima presencia de ese.

De acuerdo con el razonamiento que considero el correcto, extrema derecha son los anarcocapitalistas y los minarquistas. Los primeros defienden el capitalismo total y que los estados sean abolidos. Los segundos defienden que el estado solo esté presente en la justicia y en la seguridad, pues consideran que no sería funcional que fuesen sean privadas.

Y la verdad es que son muy pocos o tienen poca representatividad los grupos políticos que tienen este tipo de ideología en el mundo.

De los pocos que podrían, al menos en un plano teórico, ser considerados como de extema derecha que marcan la agenda mediática de su país y que miden bien en la encuestas está Javier Milei, que, incluso, según esas, podría tener votos suficientes para llegar a la segunda vuelta en las presidenciales de octubre de este año.

El polémico economista se define como filosóficamente anarcocapitalista pero minarquista en la vida real. Aunque él no tenga un plan concreto para llegar al estado mínimo de verdad. Y este es el quid de la cuestión de si puede o no ser tildado como de extrema derecha.

Incluso una disminución drástica del aparato estatal, sin que ese llegara a ser mínimo, tardaría varios años, por medio de reformas que él denomina de generacionales. En esas Milei propone una gran reforma del sistema financiero, con la abolición del Banco Central y del peso, una gran reducción de los impuestos, una gran apertura comercial con un sinfín de tratados de libre comercio, la privatización de la seguridad social, la implantación de vouchers en la educación, el fin de las obras sociales y que la salud pública solo atendiese a los pobres o miserables.

Lo curioso es que nunca ningún periodista le preguntó si después de esas reformas, si él fuese presidente, sería coherente con su ideología minarquista yendo más allá, teniendo como reto final lo que sería, de hecho, el estado mínimo. Pienso que casi ninguno sabe de qué habla Milei cuando él se autoproclama minarquista.

El Peluca incluso ha llegado a sugerir en algunas notas que considera el impuesto como un robo, justamente el principal latiguillo de los anarcocapitalistas.

No creo que Milei tenga muchas posibilidades de ser presidente de Argentina. En las elecciones de octubre lo veo casi imposible y en futuras pienso que solo tendría posibilidades si los próximos presidentes hicieran muy mal su labor.

Pero desde un prisma meramente hipotético me intriga si Milei, una vez presidente, sería un minarquista de pacotilla, siendo, en realidad, solamente un liberal clásico, puesto que sus reformas generacionales van más en este sentido, o no frenaría el carro del liberalismo económico hasta que el estado solo estuviera presencial en la justicia y en la seguridad. Si es lo segundo, Milei podrá ser calificado como la auténtica extrema derecha.